¿Puede alguien aprender a sumar sin conocer los números? ¿A leer sin saber el abecedario?

A primera vista estas preguntas pueden parecer retóricas y alguien pensará que tienen poco o nada que ver con el título y propósito de este espacio que hoy nace.

Pero en realidad tienen todo que ver y a continuación les explico por qué.

En Panamá hay más de 2,500 edificios sometidos al régimen de Propiedad Horizontal.

No importa su estrato social o nacionalidad, miles de personas también están vinculadas directa o indirectamente a este tipo de propiedad, ya sea porque son residentes de un inmueble adscrito al régimen de PH, o bien porque trabajan como administradores, son promotores inmobiliarios, funcionarios relacionados con esta materia o abogados que trabajan en Departamentos de Propiedad Horizontal.

Aun cuando el mercado inmobiliario ha tenido un crecimiento tan importante durante los últimos años lo que hace que siga creciendo el número de inmuebles adscritos al régimen de Propiedad Horizontal y a pesar de que es un asunto que incumbe directa o indirectamente a tantas personas, existen y persisten profundas lagunas en lo que al conocimiento de la Ley se refiere.

Y esto es grave porque estas lagunas afectan aspectos tan cruciales de la vida de muchas personas, al estar directamente relacionados con el lugar donde se vive (inquilinos, propietarios) o el campo en el que se labora (promotores inmobiliarios, administradores, empresarios de la construcción e incluso los propios abogados).

Por querer escribir antes de conocer el abecedario se cometen tantos errores a la hora de aprobar un reglamento y aplicarlo.

Por querer sumar antes de saber contar es que muchos propietarios no saben y no pueden defender sus derechos e ignoran sus obligaciones.

Este desconocimiento flagrante de La Ley deja el camino libre a que algunos promotores abusen de la ventaja de redactar en solitario el reglamento de copropiedad.

En el caso que nos ocupa, el abecedario y los números son los principios rectores de la Propiedad Horizontal en Panamá.

Es lamentable ver cómo ni los propios funcionarios encargados de tratar el tema en el Órgano Judicial, dominan los principios más básicos ni las instituciones de la Propiedad Horizontal en Panamá.

Debo decir que no son completamente culpables de su ignorancia. La Propiedad Horizontal no se enseña en ninguna universidad.

No se dan cursos de posgrado ni de maestría y hay una ausencia importante de literatura jurídica que se enfoque en la teoría y la doctrina.

La ausencia de librerías jurídicas y de publicaciones científicas contribuye al manejo deficiente de la materia.

Por eso creo que es sumamente importante hacer docencia, informar y ayudar a quienes están relacionados de una u otra forma con la Propiedad Horizontal, independientemente de si son propietarios, administradores, promotores, funcionarios o abogados.

Con esta creencia, empecé a escribir regularmente una columna en Martes Financiero, espacio que ha crecido y se ha desarrollado gracias al interés de los lectores, sus comentarios y el apoyo recibido.

Desde aquí les doy las gracias a todos los que me siguen en el semanario, en el cual continuaré escribiendo.

No obstante, creo que es el momento de “tirarse a la piscina”, aprovechar las nuevas tecnologías y abrir un espacio propio donde pueda escribir sobre este tema y donde esos fieles lectores puedan encontrar en un solo lugar información útil y actualizada, enviar sus dudas, comentarios y sugerencias sobre la aplicación de la Ley de Propiedad Horizontal en Panamá.

Esto enriquecerá este espacio dotándolo de los casos reales, de la aplicación práctica y de los problemas más comunes de la “vida real” relacionados con esta legislación.

Por eso, Propiedad Horizontal Panamá, no es sólo mi sitio, es principalmente el suyo.

Porque gracias a sus comentarios aprenderemos y nos beneficiaremos todos.

Por eso les invito a visitarme regularmente, hacer comentarios, hacerme llegar sus dudas y compartir mis artículos en sus redes sociales. De esta manera, este sitio será más útil y aprenderemos todos.